En este articulo os mostraremos un poco acerca del fúturo de los acabados, el rectificado. Los procesos híbridos, como el rectificado asistido por ultrasonido y la combinación del rectificado con procesos de manufactura aditiva en una sola máquina, ahora marcan la dirección de los procedimientos clave en la fabricación de productos de alta calidad. Tecnopro mima todos los detalles en el proceso de fabricación, y el acabado es uno de ellos.
Vibraciones ultrasónicas
Esta es una tecnología relativamente reciente en la que se logra una superposición entre el rectificado convencional y una vibración (típicamente en el rango ultrasónico). En esta área el proceso más conocido es el del rectificado rotativo asistido por ultrasonido (RUAG, por su abreviatura en inglés), en el que se usan herramientas tubulares (cilíndricas) con granos de diamante en matriz metálica.
Este proceso está montado usualmente en máquinas CNC de fresado de tres o más ejes. Dependiendo de los parámetros de mecanizado, las condiciones en que los granos duros interactúan con el material cambian drásticamente con respecto al rectificado convencional. Debido a la vibración, el contacto con la pieza de trabajo toma una trayectoria sinusoidal y la penetración se vuelve mucho más como un proceso de impacto.
Combinación de procesos
La manufactura aditiva por sinterizado o fundición de polvos metálicos aún no tiene la capacidad de entregar productos con la precisión geométrica final necesaria en industrias como la de los moldes, o en el área de la aeronáutica o de componentes para la generación energética.
Las piezas “impresas en 3D” aún necesitan posprocesamiento en zonas donde se necesiten buenas rugosidades superficiales, roscas, asientos para sellos, etcétera. Esto se consigue en algunos casos a través del fresado, pero cuando los requerimientos de precisión son altos, o cuando los materiales son de difícil mecanizado, como en el caso de aleaciones de titanio o de níquel, el proceso a escoger para lograr el acabado es el del rectificado.
Este concepto permite tener procesos de corte definido de material como el fresado, procesos de adición de material, como la soldadura por deposición láser, e incluso procesos de medición, mediante la instalación de cabezales especializados disponibles en un magazín, de manera paralela al proceso de rectificado . Entre las justificaciones para este desarrollo está por supuesto el ahorro en capital de trabajo y espacio, al igual que la disminución de tiempo de procesamiento debido a cambios y configuraciones de pieza algo esencial para la productividad.